LOS VIKINGOS EN LA HISTORIA

El genio de los constructores de barcos vikingos fue el encargado de situar en la historia a estos pueblos del norte.

LA SOLA VISIÓN DE LOS DRAGONES DE PROA GENERABA EL TERROR EN LAS POBLACIONES
Navíos largos, esbeltos, maravillosamente creados y con un evidente valor náutico. Innovadores para su época y con ausencia total de elementos ajenos a la navegación, ligeros y de escaso calado, a la vez que flexibles y resistentes, permitieron la singladura en los tormentosos mares del norte y las incursiones en ríos del interior, llegando incluso sus propios tripulantes a transportarlos por tierra, de río en río, de espacio navegable en espacio navegable.

Europa sufrió los ataques de estas naves largas, bajas y negras atestadas de hombres enormes y feroces que asolaban campos y ciudades.

Remontaron el Sena hasta Paris, el Tamesis hasta Londres, el Guadalquivir hasta Sevilla, donde practicaron el saqueo y la destrucción  hasta que el  Califato de Al-Andalus organizo un ejercito enorme para su expulsión, cosa que consiguieron por las armas y la negociación ya que consintieron que un buen grupo de nórdicos se instalara en nuestra tierra dedicados al comercio y a la cría de caballos, lastima que no siguieran explorando lo aprendido en construcción naval.

Existen pruebas de un viaje vikingo a America, pero no fueron conscientes de lo que hábian conseguido, quizás algún descendiente suyo andalusí repitió el viaje unos siglos después.